Yo debería estar dibujando

Feliz año nuevo, blog.

Elijo un día estupendo para volver a meter aquí la cabeza porque en estos momentos tengo 39º de fiebre, tos (no de la de cof-cof sino de la chunga, tipo crouj-crouj), sordera de un oído y dolor muscular. Es lo que tienen todos mis músculos. Que a la hora de marcarse ni se les ve, pero cuando se trata de doler, ahí aparecen todos.

Llevo ya semana y media arrastrando este virus del infierno, así que estoy supercontento y he entrado en el nuevo año con una alegría de pan de Madagascar que no me cabe en el cuerpo. Vamos... ya por pedir, una tuberculosis o un poquito de lepra sería la repanocha. Pero bueno, a falta de lepra, buenos son resfriados cabrones. Por ahora, no he contagiado a ninguno de los dos miembros de esta casa, pero a resultas de lo chupi que lo estoy pasando, noto como que Karlos recula un par de pasos cuando me acerco blandiendo los morros (y los kleenex). No le culpo. Cinco noches llevo a la espalda que no pego ni ojo. Y cuando no es el ruido de la nariz fuiiii-fuiiii, es el ruido del pecho crouj-crouj o el del oído bzubzubzu (creo que lo del oído taponado es lo más estupendo de todo).

La buena noticia es que estoy de vacaciones, y la mala, que se me acaban el viernes. Sea como fuere, mientras me duran, me limito a levantarme, ponerme el chándal encima del pijama (sí, es terriblemente y lamentablemente cierto), llevar a Simón al colegio, volver a casa, enterrarme en la cama, y sufrir mis virus en silencio. Y como resulta algo bastante aburrido, he pensado ¡qué coño! y he decidido venir al blog a sufrirlos en público. Porque no sé si os acordáis, ahora que todos andáis metidos en twitter (el cual, por cierto, cada vez se está volviendo más tonto), pero los blogs y los sufrimientos siempre se han marcado unos bailes perfectos.

Tenemos un nuevo perro en casa. Se llama Matraka (con k porque el chaval viene de Euskadi), de color whisky doble y más malo que una ración de ébola. A su lado, Peyote es un fraile mercedario. Y con eso, lo digo todo.

Por hoy.