Chichas

Me acaba de llamar Karlos por teléfono. Me ha dicho "pggggggg ¿Ar...pggggggg.. oyepggggg... no tepggggg... diospggggg." Y ya. Creo que en lenguaje de Kuwait, quiere decir "Hola Ari, por aquí todo bien; espero que vosotros también. Nada más. Mejor te llamo en otro momento, desde otro teléfono y con otra cobertura. Adiós."

He ido a ver a mi endocrina, después de dos semanas y pico sobrellevando mi superdieta de +kilos -colesterol. He procurado ir con bastante ropa encima y con botrancas, para que la báscula mintiera un poco y me diera algún kilillo de más, porque la señora es bajita y malencarada, y me da bastante miedo, pero no me ha servido de mucho (salvo para pasar calor). La mierda de la báscula ha dado 500 grs. menos que la última vez. Y eso contando con el bizcochazo que me metí entero entre pecho y espalda, hace dos días. Le he dicho que era porque tenía mucho stress y me ha mirado con una expresión de "tú lo que eres es un inútil" que me ha dejado la moral a la altura de los calcetines (con botrancas). Me ha cambiado la dieta, metiéndome más nueces, avellanas y cascarrillos varios, y quitándome (matadme dioses) el poco queso que me dejaba zampar. O sea, he pasado de dieta de ardilla, a dieta de ardilla jodida.

Al venir a este mundo, deberían dejarnos hojear antes un catálogo para poder autodiseñarnos, en plan "a mí me pones estos pelos lisitos y contenidos, los ojos negros como cuevas, y con unas pocas de chichas sueltecitas por aquí..." Por mi parte, ya sólo con un pelo de ser humano normal, y un cuerpo que no se perdiera dentro de las 38 camisetas absurdas, ya estaría la mar de contento y feliz. Y eso sin contar la pasta que me ahorraría en peluquerías y endocrinas bajitas malencaradas...

No importa. No hay dolor. Carry on. Cuando yo quiero algo LO CONSIGO y si digo QUE VOY A ENGORDAR Y BAJAR EL COLESTEROL, VOY A ENGORDAR Y BAJAR EL COLESTEROL.

Y ahora, adiós, que me voy con Simón al MacDonald, para celebrar que el examen sobre pitos y vaginas le ha salido ge-nial.