Estoy un 10% menos gilipollas que ayer

Cuando yo estaba en plena etapa seducción-enchochamiento con Karlos, hablaba con él durante noches enteras de todos mis deseos, sueños, pesadillas, metas, insatisfacciones, frustraciones y demás chorraditas varias. Podíamos tirarnos horas y horas, los dos tirados en la alfombra con una taza de café, hablando y hablando de nuestra vida presente, pasada y futura. Era bastante intenso. Cuando conectas con alguien de esa forma, es como esas escenas de película tonta, en la que chico mira a chica y todo se paraliza y oscurece a su alrededor. Hablas, y hablas, y hablas... y te parece que cada conversación es un pozo sin fondo del que puedas seguir sacando cubos y cubos de pensamientos.

El caso es que en una de esas yo, de naturaleza tendente a la bocachancla, le hablé de todos los viajes que soñaba hacer desde pequeño y que, probablemente, no lograría realizar ni aunque viviera tres vidas. Esto comprendía los guerreros de X'ian, las carreras de trineos, el sakura japonés, los impresionistas parisinos, los fiordos noruegos, Stonehenge, el lago Ness, la ruta de los castillos, los acantilados de Brighton... yo que sé. Mil y una idas de olla de las mías, de esas que me obsesionaban cuando estaba en los centros de menores, y cuyas postales y mapas iba acumulando y clavando con devoción en el esmirriado trozo de pared gris de mi litera. Y claro, de aquellas conversaciones que tocaron fibras, llegaron estos desenlaces. El año pasado fue China, el antepasado La Patagonia, y ahora, hace un momentito, me acaba de decir que nos vamos a Laponia. Así. Tan pichi. "Para nuestro aniversario te voy a llevar a Laponia." Ea. A su estilo gasteizarra. Ofreciéndote ir al culo del mundo, como si te estuviera invitando a dar un paseíto en bicicleta por Cuenca. Dejándome esta cara de sapristi que ahora mismo, francamente, no sé ni dónde esconder.

Una cosa es cierta; su regalo lapón va a quedar estupendo al lado del paquete de calcetines con lacito que le pueda ofrecer yo, gracias a mi increíble sueldazo. Vamos... que voy a ser el novio del año, fijo.