Lucidez

Me llegaron algunas noticias. Que está bien y entero. Que no sabe aún cuando les relevarán. Que está preocupado por nosotros. No son demasiados datos, pero me calman. Cruce de preocupaciones entre él y yo, a 5.000 km. de distancia. Creo que debo empezar a tomarme las cosas con un poco más de equilibrio y menos lloriqueos. Al fin y al cabo el que está jodido en estos momentos es él, que tiene que estar masticando desierto y bebiendo agua de pis de camello, y no yo, que me limito a suspirar por las noches desde la hamaca de mi jardín. Se acabó la tontería. No me la permito más. O espabilo, o me empiezo a dar de cabezazos contra el saco de boxeo hasta que se me ordenen las ideas.

Cuando se forma una pareja se forma un equipo. Es algo que sucede en las relaciones heterosexuales, y que se multiplica por mil en el caso de las homosexuales. Te unes al otro, cierras la cadena y formas frente ante toda la mierda y los dramas que te puedan venir. Esa sensación es única. La de saberte mitad de algo. No puedo estar jodiéndola aquí lloriqueando como un imbécil. Si él es fuerte para estar allí jugándose el tipo, yo lo soy para quedarme aquí manteniendo a la tribu.

Hola Ariel. Se acabaron los dramas. Respira, come, duerme... y despierta.