QUERIDOS REYES MAGOS

Siento cansancio nivel "deberían matar al que se inventó lo de correr." Pero no puedo quejarme porque nadie me obliga. Lo hago por amor. Y cuando digo esa frase en voz alta me dan ganas de autoatizarme una hostia por cursi. Pero joder, es una realidad. Lo hago por ti, panzer cabrón. Para estar más rato contigo. A mí no se me pierde nada trotando por el monte con este frío del carajo. Es más, no tengo ninguna prisa por llegar a ningún sitio e igualmente podría ir andando. Pero tú juegas a Diablo 3 por mí. Y hasta te empollaste lo del Bárbaro y buscaste tutoriales para aprender. Tú, que nunca habías salido del Halo y que no sabías que era eso de jugar sin punto de mira, ni enemigos a las puertas. Te aprendiste todo por mí, por no dejarme solo, por compartir hobbys. Pues yo tengo que correr contigo. Por ti, por no dejarte solo, por compartir hobbys. Si nos pilla la estupidez, que al menos nos pille en compañía.

Hoy he comido con la chica de firmas. Aquella a la que Toni rompió el corazón. Vuelve a llevar los labios rojo sangre y los rizos cortos empiezan a montársele sobre las orejas. Creo que está recuperando los trozos de aquel estropicio. Desde que pasó aquello no me hablaba. No tuve ninguna relación con aquel asunto, pero ella debió pensar que sí, así que fuí un daño colateral. Sea como fuere, hoy se ha sentado a mi lado, me ha sonreído y me ha dicho "hola". Hubiera querido decirle "hola, creo que estás preciosa y que Toni no era algo que te mereciera", pero me he limitado a preguntarle si quería queso rallado. Cada día me guardo dentro 250 frases que quiero decir y no digo, por si el mundo piensa que estoy zumbado. Y sé por qué lo hago. Lo hago porque estoy zumbado.

Simo y yo estamos intentando escribir la carta de los reyes. No nos sale nada coherente. Ya tenemos el coche de batman, el monopatín, la estrella de la muerte de lego, la pared del tigre gigante, la jaula antifugas de Abracadabra Exterminio, las converse de marvel... ¿qué más puede faltarnos? ¡si somos dos consentidos de cojones! Aún así tenemos que intentarlo. Le digo "tú escribes mi carta y yo escribo la tuya. Así será más fácil." Pero luego las leemos y no... No es más fácil, porque él me pide un dragón escupefuegos y yo a él un pez volador. Tenemos que aprovechar las tardes para hacer el imbécil. Antes lo hacíamos en el coche por las mañanas, mientras le llevaba al colegio. Yo ponía músicas absurdas y los dos cantábamos a dos voces, por la A6. Ahora le lleva Karlos, así que nuestro rato de imbecilidad tiene que aplazarse a las tardes. Y a la carta de los Reyes Magos. La carta de los Reyes Magos da para mucha imbecilidad.

Un pez volador con dos peceras. Para que salte de una a otra. Flish-flash.