Mini-esto me duele MUCHO

Decir que me duele el hombro es poco. Esto va in crescendo y ya no puedo casi mover el brazo. Y estaba bien esta mañana, mierda... Estaba bien. Pero hoy me incorporé al trabajo y al salir me dió un ataque de chupidiotez y se me ocurrió la feliz idea de cortarme el pelo. Ir a la peluquería no es la mejor opción cuando tienes el cuello hecho un nudo gordiano. Sobre todo si te agarra uno de esos peluqueros entusiastas que te cogen la cabeza y te la voltean como si fueras un muppet. En algún momento, entre la tijera y el  tepongoespuma, algo me ha hecho craj por ahí abajo y mi serpiente de dolor ha vuelto a salir a pasear, la muy puta . He tenido que bajar hasta el parking con la bolsa abrazada contra el pecho, como una abuelita en un barrio chungo, y llamar a Karlos para que viniera a sacar el coche. Y así sigo. Con el cuello y el brazo izquierdo momificado en un perpetuo ay-uy-ouchs. Y escribiendo esto con una almohadilla eléctrica puesta sobre el hombro como el loro de un pirata. No sé qué me falta. O sí lo sé. Cuarto de kilo de analgésico para elefantes.

También llevo peinado de gilipollas. Pero eso no cuenta. El que no salga de la peluquería con pinta de gilipollas, que tire la primera piedra.