Mh... 27 y Cosmos

Ya he vuelto a casa. Ya estoy otra vez subiendo y bajando escaleras, rebozado de gatos y perros. Y ayer me comí una pizza en un bar cercano a la estación. Qué rica estaba. No era una buena idea comerla, porque llevaba muchos días de dieta de hospital, así que me supo a gloria. A gloria prohibida. Dice Víctor que soy como un lemming y que siempre busco la autodestrucción. Ahora cuando se despide me dice "adiós, mi pequeño lemming." Me hace gracia. Creo que tiene un poco de razón. Pero me cuesta dejar de tomar decisiones con el estómago. Si me pongo a hacerlo con el cerebro, siempre termino por quedarme en el mismo sitio y eso no es lo mío. Además mi cerebro aún no rinde muy allá. Prueba de ello, es que para pagar la pizza le dí al del bar la tarjeta del Club Nintendo. Así... con dos cojones.

Estoy muy enganchado con la nueva serie de National Geographic. Es fantástica y reveladora. Algo así como una lección de generación biocósmica, a nivel usuario. En el capítulo 2, que emitieron ayer, demostraban que todos los seres vivos del planeta estamos interconectados. No a nivel espiritual absurdo, como esos pedorros que se alimentan de sol y alfalfa, sino a nivel físico y real. Creo que se me cayó un poco la mandíbula por la impresión de saber que el ficus del salón y yo, podemos ser primos lejanos. Le he puesto el capítulo 1 a Simón, para que se intrigue con la creación del sistema solar, y se haga astrofísico (yo ahí... con metas sencillitas). Calculo que faltan unos 5' para que empiece otra vez a darme la tabarra de la perra Laika.

Por la expresión de su cara... diría que 4'.