Minipost número... Nah, es coña

Me llamó el director del colegio de Pedro. Estaba seguro que era para decirme que le habían vuelto a pegar y que estaba en un rincón dándose con la cabeza en la pared, así que metí a Exterminio en el transportín y me la llevé. Al fin y al cabo ya se conocía el trayecto, y nada apacigua más a un niño que un bicho peludo mordiendo el universo con cara de nada. Luego resultó que no había crisis, ni golpes en la cabeza, ni bullying ni nada, y simplemente el hombre me llamaba para contarme la evolución tan sorprendente y positiva que había notado con Pedro en clase, y para ofrecerme la posibilidad de apuntarle a clases extraescolares de fútbol, para ayudar a su recién nacida socialización. Mientras me hablaba, no paraba de mirar el transportín que yo tenía sobre las rodillas, y a través del cual no dejaba de asomarse Exterminio, royendo los barrotes con un rinquirinquirinqui de lo más desasosegante y absurdo. No he dado explicaciones. Soy así. Cuando quiero ser coherente, me bloqueo y acabo pareciendo aún más chiflado de lo que ya aparento con estos pelos de monguer y estas camisetas de colorinchis. Así que al final, la presencia de una rata en la entrevista de un colegio, se ha simplificado con un "uy...ha traído usted... al animal." "Sí, es que... le gusta salir y... eso." No quiero pensar la conclusión que habrá sacado el pobre hombre sobre mí. Sea cual sea, mejor no saberla. La verdad es que ahora mismo no me importa mucho. Nos ha llamado el asistente social, para felicitarnos. ¡Para felicitarnos! Ha dicho: "Vamos a empezar a consideraros nuestra única salida para casos imposibles."

Sí. Yo también pienso que está más que claro que lo ha dicho antes de hablar con el director del colegio y averiguar que circulo por el mundo agarrado a una rata.