Postuyo 2

Me cargué el móvil nuevo que me regalaste. Se me cayó esta mañana dentro del cubo de fregar y se ahogó. Lo he secado entre mil secadores y cuarenta kilos de arroces pero no reacciona. Lanzó unos cuantos flashes de fotografía antes de apagarse despacito como una pavesa cibernética. Fué cantidad de poético. Cuento el poco tiempo que ha pasado vivo en mis manos y me deprimo un poco. Bueno, me deprimo un mucho. Hoy es uno de esos días en los que no me quiero demasiado. Me vendrías de coña aquí conmigo diciéndome que no es culpa mía. Que no soy un GILIPOLLAS con MANOS DE CERDO que va tirando los móviles nuevos dentro de los cubos de fregar. Que mañana ya me sentiré mejor. Que ojalá todos los problemas fueran como ese. Me encantan esas frases tuyas. "Ojalá todos los problemas fueran como ese." Hacen que no sienta deseos de golpearme la cabeza contra la pared de forma compulsiva.

Simón está enfermo. He levantado medio Madrid a las seis de la madrugada para conseguir que alguien pudiera quedarse con él mientras yo trabajaba. Y eso contando con que tenía que irme de casa sin teléfono móvil (¿cómo lo hacíamos antes?). Al final he conseguido contactar con la niñera in extremis . A estas alturas ya debe estar hasta el boniato de mí, porque habré llamado a lo largo de hoy unas 567 veces para ver si Simón tenía fiebre. Estaba preocupado por su epilepsia. Le he enseñado a deletrear la palabra. "Epilepsia." "Ilepepsia." "Noooo...EPILEPSIA." "PUES ESO HE DICHO. ILEPEPSIA." No sé por qué le meto en esos follones gramaticales. Creo que para que podamos reírnos y que nada sea tan importante.

He conseguido arrancar el viejo samsung mini. El teclado se atasca, pero al menos oigo y leo. Me he arrepentido 13 veces de haberle regalado el iphone a tu hermano. Una por cada hora. No importa. Tengo el mierdisamsung. Me vale el mierdisamsung. Por si acaso. Por si me llamaras. Toda tu vida estará siempre llena de mis porsiacaso. De eso puedes estar seguro.

Te quiero. Un día menos. Un día más.