Iglesia

Tenía que hacer una ensalada de garbanzos y he cocido demasiado los garbanzos. ¿Cuántas personas conoces que no sean capaces de preparar una puta ensalada? apuesto a que no muchas. Tengo tendencia a que me salgan mal los empeños y bien las chorradas. Forma parte de mi maldición djin.
Estaba pensando que somos raros tú y yo. Yo por escribir, y tú por leerme. Sábado de agosto. Nadie escribe blogs en agosto y nadie lee blogs en sábado. Diría que esto es casi como estar en un confesionario y que nos separara una ventanita enrejada. Yo puedo decir cualquier cosa y tú puedes perdonarme. Así. Como los curas. Ay, el cura... la que ha armado ¿no? Se me ocurrió dar mi opinión en el trabajo sobre lo de la repatriación del cura y casi me comen por los pies. Dijeron que no estaba siendo humano. Humano. Curiosa palabra, con curiosos desdoblamientos. Chorreamos hipocresía, ya sabes. Yo no creo en los misioneros. Ni en los que dan misa, ni en los que reparten arroz. También se puede repartir arroz sin necesidad de lavar cerebros o negar preservativos en una nación diezmada por el SIDA. Dice Karlos que mi odio anticlerical me viene de lejos y raiz. Puede ser. Pero mira... le doy gracias. Afortunadamente, hoy puedo ver a una monja como lo que es; una fanática con vestidito absurdo. Y difícilmente podré tenerle un respeto que no se haya ganado por encima de disfraces y discursos. Así que... ¿repatriamos al cura? ¿organizamos a todo trapo un paripé de 500.000€ improvisando un hospital que dos semanas antes estamos borrando del  mapa por recortes económicos y sociales? pues no. Flota el mismo avión con los mismos sanitarios, levanta un hospital de campaña y cúralo allí. Y de paso, ayuda a unos pocos más, aunque sean negros y pobres. Aunque no tengan que ver con la Santa (puta) Madre Iglesia. Aunque no sean ESPAÑOLES. Que se os llena la boca de España, menos cuando realmente,toca trabajar por ella.

Mañana vuelvo, sí. ¿Y tú? venga... tampoco es que haya mucho que hacer con este calor ¿no? Hala. Yo te espero, aquí. A la misma hora. Con mis garbanzos pasados de vuelta.