Bæ!

Último post antes de embarcarnos, delante de un cafetito preavión con bocadillo desayunocomida. No hemos dado para más, ha sido una mañana movidita. Las mochilas ya están facturadas. Ocho kilos de mochila, llevo (ó 7 más el netbook). Se supone que si quieres una buena marcha, no debes llevar más de un 10% de tu peso corporal, así que calcula. Yo debería pesar 80 kilos. No sé si me va a dar tiempo a engordar 13 kilos de aquí a mañana. Por de pronto, para que no se diga, llevo unos 25 palotes de fresa desperdigados por la mochila. Me los ha dado Simón. "Por si tienes hambre en el Polo Norte." Pues vale. Pues hala. Islandia con sabor a fresa.

Karlos y Jokin siguen mirando planos y trazando rutas, y dándonos datos cada vez más espeluznantes. Por de pronto han alquilado un 4x4 con tubo de escape superior. "¿Por qué superior?" "Para que no se inunde al cruzar los ríos." Ahm... Ok. Pues vale. Pues hala. Islandia con sabor a muerte por inmersión.

No sé cómo iré de wifi por esos mundos islandeses de Belcebú. Creo que bien. Sea como fuere, si acaso no aparezco, espérame blog, porque estaré de vuelta en una semana y prometo hacer un seguimiento en el cuaderno de los míos. Ya sabes; Día 5, día 2, día 4, llegada, día 28, día caos, día con noche, día de bocadillo...

Besos, abrazos, achuchones... ¡¡TORA, TORA, TORA!!