La última tendencia

Vinieron del curso de peluquería. Me dijeron que necesitaban un chico con pelo abundante, para un vídeo promocional. Les había fallado el actor. "Solo tienes que prestarte para un estilismo." Yo me cerré como un mejillón. "No os sirvo, ni siquiera sé lo que es un estilismo." El director me miró con asquito. "Pues que te cortemos un poco el pelo y te le demos estilo." Fuí más conciso. "Ya, pues no. Lo siento." Dijeron "ok" y se fueron a buscar a otra parte. A la hora volvieron. "Mira es que no encontramos a nadie... ya está el equipo montado... necesitamos que nos ayudes... va a ser poco tiempo... sacarás un estilismo gratis... " Yo seguí en formato mejillón. "Tengo mucho trabajo, es imposible, en serio." El director de vídeo sacó la varita e hizo un abracadabra "hemos pactado con tu jefe una prima de 200€ en nómina si nos ayudas." Salté como una pulga "CONTAD CONMIGO POR FAVOR, POR UN COMPAÑERO LO QUE SEA."

I'ts a Tramp.

Me han vestido de Pelayo Díaz, me han maquillado de imbécil y me han peinado acorde. Con el cogote pelado y mechas. Me han dado mechas. En tres colores.  TRES. Que sumados al mío, hacen cuatro.

Cuatro colores encima de la nariz, y el cogote pelado.

Aún he pasado medianamente desapercibido porque me lo han planchado como si me hubiera lamido una vaca y mal que bien lo he logrado esconder debajo del gorro, pero mañana...  Mañana lo lavaré, y se rizará.

Se rizára en cuatro colores y con el cogote pelado.

Mañana saldré a la calle convertido en un híbrido entre Ronald McDonald y el vello púbico de un Pequeño Pony.