Tengo que escribir. Incluso a pesar de que ya he cumplido la apuesta y me ha sido reintegrada mi pasta perdida en el póker. Voy a hacerlo todos los días por Jon Karlos Z., que hoy ha sido nuestro héroe. Se ha tenido que ir a trabajar porque tiene guardia esta noche y nos hemos explayado el Simo y yo, en la puerta, con besos y más besos y muchos "ojalá no te fueras." Pedro no, porque él es walpurgis y canaliza sus amores de forma distinta, pero su forma de mirarle mientras se alejaba el coche ya era bastante.
YA HAN VENIDO LOS REYES MAGOS. Y han triunfado. Pero a unos niveles estratosféricos. Bueno, la parte más emotiva la ha llevado Pedro. Le hemos querido comprar un ordenador, porque estaba siempre pidiéndonos permiso para utilizar el del despacho de Karlos cuando quería jugar al ajedrez o imprimirse algún trabajo del colegio y nos daba lástima las veces que repetía "no tardo-no tardo" cada vez que se sentaba. Pronto empezará a pisar la adolescencia. Más tarde o más temprano el ordenador se va a hacer algo prioritario en su vida. Así que juntamos pasta y le compramos uno de torre para su cuarto. Y bueno... no hay palabras para describir su cara cuando lo ha visto. Anoche, mientras dormían lo dejamos montado e instalado, con un desproporcionado y hortera lazo rojo y una etiqueta que ponía PARA PEDRO en el cuarto donde suelen hacer los deberes y esta mañana le hemos metido en una caja de regalo una nota que decía "mirar en el cuarto de estudio." Cuando ha entrado y lo ha visto, no ha sabido reaccionar. Directamente se ha abrazado la cabeza y se ha puesto en un rincón a llorar. Al principio, esas reacciones nos asustaban y pensábamos que expresaban algo chungo . Ahora ya sabemos que son alegrías incontrolables y nos enternecen. Cuando le hemos podido calmar, se ha sentado en su flamante ordenador nuevo. Y ahí sigue ahora mismo. Solo se ha levantado para comer y para cenar. Talmente como si le hubiéramos abierto el armario a Narnia. Igual. Me veo llevándole a la cama directamente con la silla de rueditas.
Y Simón... como una pulga. Como regalo especial hemos querido comprarle una bicicleta nueva, porque él ha seguido creciendo y su bicicleta del año pasado, no. Los gritos UNABISIDEMAYOR-UNABISIDEMAYOR se han debido oir hasta en la A6. Hace media hora acabo de hacerle entrar. Había atado a la barra de la bicicleta el muñeco de Hulk y el de Spiderman con un trozo de cuerda. Me ha dado una risa muy tonta verlos ahí a los dos, tan tiesos y circunspectos, sentados a horcajadas en la bici. "¿Por qué van atados ahí?" "Están montando en la bisi conmigo." "¿Y les gusta o qué?" "Hulk dice que mañana más rapido y que también con Batman." Pues hala. Ensalada de superhéroes en la vuelta ciclista a Mingorrubio.
Casi las once. Cagoentó. Vale, mañana sigo con mis regalos. Que también son LA HOSTIA. Ahora tengo que salir a sacar la basura con mis botas nuevas con luz. Ja.