La pieza número 201

Estoy viendo el estucado de la pared temblar en ondas como si estuviera detrás de una nube de calor así que supongo que no debería estar ahora mismo en el ordenador, sino tumbado con los ojos cerrados, disfrutando de un descanso hipofisario. Pero es que llevo todo el día portándome bastante bien, y y me caaaaaaanso de cuidarme y recuidarme. Solo serán dos líneas, lo prometo. Lo justo para que te acuerdes de que sigo vivo, y lo justo antes de que llegue Jon y me levante en volandas de la silla. "Ari-ari-ari... Fuera pantallas. Cenar y descansar. Tómate la leche. Cómete las fresas. Termínate ese trozo. Coge otro yogur. Quédate sentado. No hagas esfuerzos. ¿Te has tomado la pastilla? ¿seguro? ¿y el zumo? ¿y las vitaminas? deja el móvil, anda ¿estás mareado? ¿no? ¿me das un beso?" Ay Jon... tú también necesitas descansar. Y entrenar para tus ironmanes libre de mí y de mi cerebro desatornillado.  Cuando salga de esto, cuando las paredes no tiemblen y pueda volver a montar legos y rescatar gatos de los tejados, buscaré la forma de compensarte. Seguro que algo se me ocurrirá. Ahora mismo tengo la fábrica de ideas brillantes cerrada por vacaciones. Pero me curro la rehabilitación nepomukística, no creas. Hago muchos puzzles. Me ayuda a recuperar 50 grs. de lógica y 75 de coordinación. Hoy he hecho uno de 200 piezas de un cuadro impresionista de una mujer con sombrilla. Allá por la pieza 68 ya estaba de la mujer y la sombrilla hasta las pelotas, pero aún así lo he terminado. A veces me recuerdo a uno de esos bebés que tienen que meter la pieza cuadrada dentro del hueco cuadrado o apretar el botón de la vaca para que suene muuuuuu. Y me río yo solo, claro...

Fuera de todo dramatismo chungo, la verdad es que estoy mucho mejor.