Alocapipsis

Día previo a la fuga. Estamos estos días, como los Mojarras. Centramos toda nuestra vida en el salón y el jardín, únicos reductos frescos de esta maraviputa casa. Ahí lo tenemos todo. Colchones, ropa, ventiladores, humidificadores, ordenadores, videojuegos, neverita con cervezas, móviles... Todo junto en amalgama. Como un campamento de gitanos, pero en medio burgués. Y tenemos las horas medidas al dedillo. 7:00 - 9:00h: Abrir todas las ventanas y persianas, ventilar todos los cuartos. 9:00-11:00h: bajar persianas, clausurar zona superior, cerrar puertas y ventanas, ponernos a salvo en el salón. 12:00h: APOCALIPSIS DE FUEGO. 13:00h: buscar sitio con aire acondicionado para comernos un menú, salir todos en troupe hasta el coche, comer, hacer ratito, volver. 16:00h: MÁS APOCALIPSIS DE FUEGO. jugar videojuegos, sudar, poner ventiladores, humidificadores, deshumidificadores, rezar a San Judas Tadeo, salir al jardín, enchufarnos con la manguera, meter a María en la minipiscina, sacar a los perros de la minipiscina, localizar donde se han escondido los gatos... 18:00h. irnos al cine. O a un centro comercial. O al museo de las berenjenas alcarreñas. Lo que sea. No importa. Son dos horas de aire Y NOS VALE. 20:00h.: volver, abrir tímidamente las persianas y ventanas. Notar aire caliente. Salir al jardín. Remojarnos otra vez. Y otra. Y otra. Quitar pelos de la piscina hinchable. Meter a María. Sacar perros de la piscina hinchable. Localizar donde siguen escondidos los gatos. 22:00h: tirar colchones por todo el medio. Mojarnos otra vez. Tirarnos en los colchones. Poner videojuegos. Dormirnos despatarrados en los colchones jugando a videojuegos.

Y así en bucle.

Los niños dicen que qué guay. Que qué divertido todo. Que cómo mola un verano así. Yo digo que para cuándo Octubre. Que ya está tardando. Y Jon dice que de haberlo previsto, nos habíamos ido a esperar a Zarautz. Mañana por la tarde partimos hacia la casa de los mil cuartos. No sabemos qué tipo de calor nos comeremos allí, pero por lo menos hay piscina. Digo yo que siempre podremos tirar los colchones en la piscina y dormirnos allí. O algo.

Y me voy que ya son las 11h. y se acerca el apocalipsis ese.