Las integraciones que desintegran

El minigato es Chicho Terremoto. En serio. No he visto una hiperactividad igual en un gato tan pequeño allende mi puta vida (y mira que he tratado gatos). Salta, corre, se estampa, se levanta, roba, zampa, se cuelga… Es un NO-PA-RAR. A su lado, Peyote es el Dalai Lama. Y las noches… qué noches, diosmío… 245 intentos de dormirnos dulcemente interrumpidos por obra y gracia de 500 grs. de gato aferrado a tu mano o tu pie con sus cuatro minigarritas cojoneras y sus colmillos como alfileritos. Estábamos tan confiados y felices, pensando que era demasiado pequeño para poder subir a una cama tan alta. Los cojones del obispo. Tardó dos nanosegundos en descubrir que podía trepar por la mesilla de mimbre en plan Spiderman y desde allí saltarnos encima. Y yo aún gasto un poquito más de paciencia, por aquello de que vengo a ser su madre putativa, pero Jon cualquier día de estos que le vuelva a morder el belfo a las 3:00h. de la madrugada, de verdad te digo que lo coge por el rabo, le da dos vueltas de helicóptero y lo vuelve a mandar a Ávila en un pispás y sin moverse del sitio.

Ha vuelto a llamarme mi ex-asistente social para que vaya a mi ex-centro de acogida, a participar en unas charlas de integración social con los chicos que hay allí. He vuelto a hacerme el orejas, y ya van unas veinte veces. Dice Jon que esa no es forma de eludir algo. Que le llame y simplemente, le diga que no. Supongo que tiene razón, pero es que realmente es meterme en la batalla sin escudo, porque no tengo nada para argumentar mi negativa. De hecho, ni siquiera sé por qué no quiero hacerlo. Quizá por empatía. Por saber que todos los que me escucharán estarán pensando lo mismo que pensaba yo. Que no es superguay estar allí. Que no es una oportunidad. Que no es más que una puta mierda como un piano, y que las oportunidades tendrás que buscártelas tú mismo, comiéndote un 85% de posibilidades de no encontrarlas. Y entonces ¿qué? ¿voy a ir allí a decirles eso? ¿o directamente me siento con mi cara de “integrado social” y les miento como les mienten todos los demás?